Ayer como todos los días a las 8:00 de la tarde salí a mi balcón a aplaudir a todo el personal sanitario que están al pie de cañón, salvando nuestras vidas y poniendo su vida en peligro, debido a la falta de material con la que se están encontrando y trabajando.
Por primera vez puse cara a muchos de mis vecinos, e incluso me sorprendí que algunos pisos estaban habitados. Muchos de ellos después del aplauso se quedaron hablando a través del balcón pidiéndose el número de teléfono y es que los teníamos al lado, enfrente de nosotros y no habíamos reparado en ellos. Recuerdo cuando era pequeña y mi madre salía al balcón del patio de luces y hablaba con las vecinas y todo eso ya se ha perdido. Ahora estamos volviendo a recuperar ese contacto con los vecinos, con los que tenemos alrededor y con muchos familiares.
Vivimos en un mundo frenético, sin tiempo para dedicárselo a los que tenemos alrededor. Nos estamos olvidando de los valores fundamentales y lo que es más importante nos olvidamos muchas veces por falta de tiempo trasladar y enseñar a nuestros hijos cuáles son los valores morales como la simpatía y la empatía cruciales para el desarrollo social y moral.
Últimamente se están produciendo muchos parricidios (hijos que matan a sus padres) y madres y padres que matan a sus bebés recién nacidos o hijos menores. Y yo me pregunto y si el mundo ha dicho “¡BASTA!”.
Cada vez más personas vienen a mi consulta sin ningún problema en particular, simplemente porque se encuentran solas y necesitan ser escuchadas, no tienen amigos con quien salir o cuando salen sus relaciones son muy superfluas, quedan para tomarse una copa y pasarlo bien, no se detienen a preguntar a la persona que tienen al lado si está bien, cogerle de la mano y decir te escucho. “La soledad“, es uno de los grandes problemas actuales con el que nos estamos encontrando. Estamos en la era digital, en la era de las comunicaciones y paradojamente nos encontramos cada vez más solos. Nuestra forma de relacionarnos ha cambiado, todo lo hacemos a través de una pantalla, encontramos amigos a través de las redes sociales, buscamos una pareja a través de una aplicación (no critico esta forma de relacionarnos), pero somos seres sociales y necesitamos relacionarnos ya que una parte de nuestro bienestar la obtenemos a través del contacto con nuestros seres iguales. Cada vez somos más individualistas, más competitivos olvidándonos de la importancia de la comunidad, del grupo.
Como dije anteriormente, y si el mundo ha dicho “¡BASTA!”, mira lo que tienes alrededor, vuelve a tus orígenes, vuelve a la comunidad, al grupo, ya que solos no podremos salir de esta situación, nos necesitamos unos a los otros y solo así juntos saldremos victoriosos. Este tiempo que estamos en casa, dedícalo a reflexionar y a priorizar qué es lo importante para ti en tu vida y vuelve a tus orígenes, al grupo.