EMOCIONES MORALES: CONSECUENCIAS DE NO EDUCAR A NUESTROS HIJOS EN EMOCIONES MORALES

Os pondré unos ejemplos de las consecuencias de no educar a nuestros hijos para que tengan una buena base en emociones morales:

La audiencia de Sevilla condenó a una mujer a pagar 14.000 € y el tratamiento para reconstruir los dientes que su hijo de 14 años había roto a otro, además de causarle otras lesiones dentro de su aula, en un instituto de Castilleja de la cuesta, Sevilla. Lo más sorprendente es que, en el juicio, la madre intentó desviar la responsabilidad hacia el centro educativo, por no cumplir de forma óptima las labores de vigilancia de los alumnos, tratando de quitar toda responsabilidad de los hechos a su hijo, lo cual, posiblemente, era algo que había hecho durante todos estos años en su educación.

Siguiendo con otro ejemplo, encontramos el caso de una madre que, en mayo de 2008, interpuso varias denuncias por los malos tratos recibidos de su propia hija. Pedía que la liberaran de ella, porque se sentía incapaz
de controlarla.

¿Qué tipo de educación moral ha recibido esta niña durante toda su infancia?

¿Ha sido la idónea o se han cometido errores que, poco a poco, han ido llevando a una situación familiar insostenible?

El aumento constante de este tipo de sucesos evidencia el inadecuado desarrollo moral de los niños y de aquellos que ya no son tan niños, son las consecuencias de la falta de educación moral. No llegan a conseguir tener una conciencia moral madura. Todo ello repercute profundamente en todos los ámbitos de nuestra sociedad, la estabilidad familiar, el ambiente y rendimiento de los centros de enseñanza, la seguridad de nuestras calles, la armonía en el contexto laboral y la integridad de nuestros valores sociales.

¿Qué podemos hacer para conseguir un desarrollo moral satisfactorio?

William Damon, sugiere que para que los niños se conviertan en personas morales deben adquirir las siguientes capacidades emocionales y sociales:

Deberían adoptar y comprender lo que diferencia una conducta buena de una mala.

Deberían desarrollar interés, consideración y un sentido de responsabilidad por el bienestar y los derechos de los demás.

Debería experimentar reacciones emociónales negativas, como por ejemplo vergüenza, culpa, indignación, temor y desprecio ante la violación de las normas morales.

Leticia García Martín
Psicóloga