Una ruptura no solo es la pérdida de la pareja, también cambia muchas cosas en la vida, nuestras amistades, nuestra casa, nuestro estilo de vida… y todo eso son pérdidas que requieren de un proceso, de un tiempo, como cualquier otro duelo.
Se experimenta como “pérdida”, pérdida de un proyecto en común y de muchas ilusiones personales.
El sufrimiento experimentado depende de muchos factores: la calidad percibida del vínculo amoroso que se pierde y la duración del mismo, los recursos psicológicos de la persona que sufre la pérdida, los recursos personales y la red de apoyo (familiares, amigos…) con los que cuenta, la forma y manera en la que se produce la ruptura, el momento personal en que se da y las circunstancias que lo acompañan…
Todo este proceso de angustia y superación por el que pasamos se conoce como “duelo”. El dolor emocional puede ser mucho más duro que el propio dolor físico.
A continuación, explicaré cuáles son las fases del duelo en la ruptura de pareja y qué caracteriza a cada una de ellas:
- Estado de Impacto o shock: Emocionalmente, se observa una ausencia de reacción y la persona actúa como si no hubiera pasado nada y todo siguiera igual.
- Negación: La persona es cociente de lo que ha perdido, pero no quiere aceptarlo, se niega a aceptar que la relación ha terminado y fantasea con volver.
- Tristeza: Te invade la melancolía. Las canciones, películas y pequeños detalles absurdos te devuelven al pasado. Suele ser habitual tener dificultades para dormir correctamente, y despertarse pensando en la ruptura y en la persona que nos ha abandonado. La persona piensa obsesivamente en la relación rota y en la ex pareja, a veces no habla de otra cosa. La sensación de dolor y vacío suele ir acompañada de momentos donde el llanto se hace inevitable.
- Culpa: En el duelo por ruptura es una de las fases más notorias y más complicadas de superar. Esta fase te lleva a darle vueltas a la cabeza respecto a que podrías haber hecho o dicho para haber perdido la relación. El pensamiento obsesivo tratando de encontrar responsables de la ruptura puede llegar a desgastar psicológicamente a la persona y provocarle un gran estado de ansiedad. Cargar con el 100% de la culpa en una ruptura de pareja es nocivo y es, sobre todo, muy injusto.
- Rabia e ira: Una vez dejas de sentir que todo ha sido tu culpa y puedes repartir la responsabilidad de lo ocurrido comenzarás a sentir rabia. Este tipo especial de rabia se dirige, sobre todo, a la ex pareja, te puede resultar realmente útil en tu recuperación porque te ayudará a alcanzar una cierta distancia afectiva de tu pareja anterior. Cuando llega la ira, llegas incluso a cuestionarte y hacerte preguntas como: ¿ha sido real todo lo que he vivido o me han estado engañando desde el primer momento?, ¿Es que no he sido capaz de leer las señales?…
- Aceptación: Las emociones son menos intensas, y permite ver lo ocurrido con sus más y sus menos, como una experiencia más en tu vida.
Es importante tener en cuenta que las fases del duelo en la ruptura de pareja no son lineales ni correlativas. Puedes pasar de la fase 1 a la 3 y luego a las 2 y luego a la 4.